Menaje
El menaje incluye todos los utensilios que utilizas para cocinar, ya sean sartenes, ollas, planchas, etc. La oferta del mercado es tan amplia que es bastante difícil decantarse por un modelo sin olvidar ciertos factores importantes. Por ello seleccionamos y mantenemos actualizados los mejores de cada tipo con un análisis experto.
Elige el producto que necesitas, nosotros te guiamos
El material de sartenes y ollas, ¿por qué es importante?
Seguro que cuando ves una de estas promociones en el supermercado que regalan o rebajan el precio de packs de sartenes al acumular puntos, no te has parado a pensar en el montón de factores en los que influye el material que elijas. No se limita al precio, que puede ser el más evidente, sino también a la salud y sabor de los alimentos.
Salud
Este debería ser el punto al que des más importancia pues no hay dinero que pueda compensar el peligro que suponen algunos materiales como el Teflón que emite gases tóxicos y se degrada muy fácilmente a elevadas temperaturas. Otros como el aluminio reaccionan con los ácidos por lo que aunque aparentemente veas la sartén en buen estado, reacciones poco saludables pueden estar ocurriendo.
Sabor que aporta a la comida
Cada material se comporta de una forma distinta. Algunos se calientan más rápido que otros o distribuyen el calor de manera más homogénea por lo que puede ser determinante a la hora de cocinar un plato. Además, las de hierro fundido aportan este mineral progresivamente a los alimentos, lo que les da un aspecto característico a la vez que modifica ligeramente el sabor, cuestión de gustos.
Precio
Las sartenes recubiertas de teflón son las más baratas, sin duda, pero puede que te acabe saliendo caro y no solo en temas de salud. Su baja durabilidad hará que tengas que cambiar tu menaje a menudo pues cuando lo veas rallado ya no hay duda de que estás ingiriendo elementos tóxicos. Por el contrario, una plancha de hierro fundido esmaltado dura prácticamente toda la vida por lo que aunque la inversión inicial sea mayor, es muy raro que tengas que cambiarla (además de ser completamente segura).
Mejor material para el menaje de tu cocina
A la hora de elegir un nuevo «cacharro» para tu cocina, una de las cosas principales a tener en cuenta es el material del mismo. Este juega un papel muy importante en tu salud e influye sobre el sabor y aspecto de los alimentos en mayor o menor medida.
Hemos recogido los materiales más comunes en sartenes, cazuelas, planchas y cualquier otro recipiente para cocinar que se te venga a la cabeza. De esta forma, evitamos repetir lo mismo en nuestras comparativas pues el material tiene las mismas propiedades independientemente de su forma.
Lo más habitual es que una misma pieza de menaje mezcle varios materiales cambiando el del recubrimiento al material matriz con el fin de aprovechar las ventajas de cada uno donde son más útiles.
Titanio
No existen sartenes ni otro tipo de menaje hecho completamente de titanio sino que siempre se encuentra en el recubrimiento que va en contacto con los alimentos.
La mayor ventaja del titanio es que es completamente inocuo para la salud (de ahí que se utilice en prótesis), pero no se queda ahí, resiste la corrosión, arañazos y altas temperaturas sin dificultad.
La diferencia de calidad estará en el número de capas y su grosor, pero ojo porque a veces el marketing pone titanio, pero en realidad va reforzando teflón u otro material que se aprovechará de sus cualidades llegando a aguantar intacto más tiempo.
Desde 2014 ninguna marca decente utiliza PFOA (adhesivo cancerígeno) para pegar el PTFE (parte antiadherente) por lo que puedes estar tranquilo, pero debes saberlo.
Aluminio
Barato, ligero y un excelente conductor del calor por lo que se utiliza como núcleo para lograr una temperatura uniforme, pero a menudo recubierto de otros materiales.
No es habitual encontrar sartenes u ollas hechas íntegramente de aluminio no solo porque es deformable, sino porque debería evitarse su contacto con los alimentos. Esto se debe a que reacciona con algunos ácidos produciendo una migración de sales hacia los alimentos mayor a la habitual. Puedes leer más sobre ello en este artículo de Consumer.
Algunos estudios también lo relacionan con la aparición de Alzheimer por lo que se confirme o no, mejor no arriesgarse que hay materiales más seguros y mejores. Dejemos que el aluminio se ocupe de conducir el calor en el interior, pero sin tocar los alimentos.
Por otro lado, se deforma fácilmente con la temperatura (alto coeficiente de dilatación) y se raya sin mucha oposición. Su punto fuerte y razón por la que se utiliza principalmente es que es hasta 4 veces más conductor que el acero (237 W/K·m frente a 60).
Acero inoxidable
Es el material más común en cazuelas y ollas, con buen precio, durabilidad y muy estable pues no reacciona con la comida ácida ni se corroe. No todos los aceros son iguales, pero generalizando, es uno de los materiales más recomendados buscando un balance entre precio y características.
No obstante, conduce peor el calor y no debe limpiarse con productos abrasivos pues si se desgasta puede desprender cromo o níquel. Estos aleantes le confieren sus propiedades inoxidables y facilitan endurecerlo durante el tratamiento térmico, pero no es saludable que pasen a la comida.
No es el mejor antiadherente, por lo que raramente lo encontrarás en planchas u otro menaje de cocina en que apenas se use aceite. Por contra, es muy frecuente en ollas a presión para cocer alimentos.
Hierro fundido o colado
Llegamos a un material cuya peculiaridad es su mayor ventaja y es que el efecto antiadherente se consigue de forma natural por lo que no tendrás que preocuparte de recubrimientos que se desprenden. De hecho, cuanto más lo uses, menos se pegarán los alimentos gracias a un proceso de curado que asimila el aceite en la estructura cristalina del hierro.
El hierro conduce mejor el calor que el acero, pero aun así bastante peor que el aluminio (lo que por otro lado hace que lo conserve más fácilmente una vez caliente). Es también el más pesado de todos los materiales en esta lista. Vamos, que no es lo ideal para hacer una tortilla de patatas, pero gracias a las altas temperaturas que soportan estas sartenes o planchas, sellan la carne perfectamente y la mantienen muy jugosa.
Es cierto que son las sartenes de hierro son más caras que otras y requieren cuidados pues hay que secarlas perfectamente para evitar que se oxiden, pero si haces esto, las tendrás durante mucho tiempo.
Hierro colado vitrificado o esmaltado
He aquí el material que más se acerca a la perfección. Si el anterior tenía problemas de oxidación, el proceso de esmaltado que deposita vidrio en polvo sobre el hierro le confiere una resistencia a la oxidación excepcional. También aporta durabilidad siendo muy difícil rallarlo y distribuye el el calor de forma uniforme por toda la superficie.
Este tratamiento extra solventa las pegas del hierro fundido, pero mantiene sus bondades y es que seguirá reteniendo el calor de manera excelente, contará con una antiadherencia genial (ya que el aceite penetra los poros del esmalte para que el hierro lo absorba) y además reducirá el sabor que el hierro aporta a los alimentos, aunque no deja de ser una cuestión de gustos.